viernes, 29 de noviembre de 2013

Intrahistoria (XI): Anteproyecto de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana

Niégalo todo, porque parecerá que no existirá. Niégalo hasta que sonroje las mejillas. Esconde la mugre bajo la alfombra. Silba. Mira para otro lado. Haz otra cosa. Habla de aquello y de esto. No lo mires. No le hables. Haz eso, juega a que el problema es otro, a que el grave peligro para la Nación Toda es vejarla y sacarle las costuras. Trepar un muro podría ser una hecatombe; colgar una pancarta amenaza todo aquello que tan duramente hemos construido. Pero no pierdas de vista la verdad. Este país seguirá siendo una catástrofe histórica, con legislación o sin ella. Este país seguirá siendo analfabeto, políticamente ciego, políticamente inculto, con una educación de miseria y un espíritu servil. No te hacen falta leyes para eso, la verdad. Solo niégalo todo, que parezca que no exista. Si nadie hace nada malo, ¿por qué vamos a hablar de que alguien hace algo malo? No. Hablemos un poco más de fútbol. Diles que enciendan la puta tele. Diles que silben.
Ahora no se detengan y continúen. Aquí no pasa nada. Circulen.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pequeño desliz del dibujante

Fue una mala idea que el dibujante no me añadiera piel y empleara todo su detalle en las imprescindibles líneas de mis músculos. Me siento peor que desnudo; me siento expuesto. Aunque tal vez se deba, también y con más razón, a que este cuaderno no tiene pastas.

Mirar mis costuras es gratis. Me encantaría, aún así, que fuese recíproco. Pero el dibujante ha olvidado darme ojos.

Con la imprescindible colaboración del trazo de Pablo.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Intrahistoria (X): JFK

«Ich bin ein Carcano», afirmó solemnemente con posterioridad a los hechos el ya ex presidente de los Estados Unidos de América, para terminar agregando: «La verdad es que no los vi venir». No quiso aclarar si se refería solamente a los disparos.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Intrahistoria (IX): Filipinas

Altos responsables de las Naciones Unidas han anunciado esta mañana un «final feliz e inminente» a la grave crisis humanitaria desatada en Filipinas, hasta hoy enfangada en la inacción más absoluta. Tras interminables reuniones y reformulaciones del concepto que hasta hoy se tenía de comité, probada joya de ese don de Dios que es la burocracia, las altas autoridades han acordado por unanimidad «suprimir a Filipinas de la Tierra» con efecto retroactivo. «En otras palabras, y como espero que entiendan, realmente no ha habido ningún tifón en ninguna parte». Tras una sucinta exposición del plan integral, que contempla importantes reformas en atlas, recuerdos y agencias de viajes de todo el mundo, el portavoz de la ONU ha respondido a varias preguntas de los periodistas allí reunido con un escueto pero clarificador «¿dónde?».
El Gobierno español presentó y elevó sus más enérgicas protestas. Argumenta que «Los últimos de», más que sonar extraño, no suena absolutamente a nada, y que aún no sabe dónde puede reubicarlos.

Importantes eruditos de la Historia Militar de los Estados Unidos han invitado a asumir el hecho de que el Douglas MacArthur en realidad dio un paso en falso y dio de bruces en las cálidas aguas del Pacífico. Estrés bélico, justifican. Estas afirmaciones han levantado cierta guasa en el Japón.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Bloqueo creativo (II)

 Luego está eso que llamo desde tiempos muy recientes la «paradoja de Cortázar»: que, sin ser precisamente uno de mis escritores más reverenciados, me resulta muy inspirador. En cualquier conversación sobre él siempre se me ocurren más contras que pros – un excesivo malabarismo del lenguaje, por ejemplo, o su obstinación apabullante con París, como si el resto del mundo fuese provinciano – y, sin embargo, hete aquí que leo alguna pieza suya y se me encienden las alarmas de las musas. De repente surge una frase, una idea, una atmósfera. Siendo nada más que un crío, leí en un libro escolar las primeras líneas de Rayuela, y las retuve durante años en la memoria hasta el momento en el que me decidí a abordar el libro. Aún hoy, cuando las sigo leyendo, me parecen mucho más relajantes que otros tantos comienzos de otros tantos libros que pongo muy por encima en mis gustos. Y el bueno de Julio, al que empiezo a creer que por cabezonería nunca colocaré en mi cima personal, seguirá acudiendo por mucho tiempo al rescate más ingrato que se haya visto.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Bloqueo creativo (I)

O, tal vez, simple tolerancia. Me explico. Un gobierno no quiere apartar a varios agentes de policía que mataron a un hombre a golpes, agente que judicialmente ya han sido llamados torturadores. Vuelve el «cordón sanitario» educativo. Un político, antaño en una posición de privilegio, ha confesado que la política española, se mire a izquierda o derecha, está podrida hasta los tuétanos. Lo ha confesado en televisión, y no le temblaba la voz. La política del siglo pasado agoniza, pero nadie se decide a desenchufarla y mientras se le siguen saltando las costuras. No hace mucho fallecieron unos mineros – se inspecciona, ahora, «si la mina es o no segura» - y el ministro de turno dio un recital de falta de decencia y de escrúpulo. Otros tantos ministros dicen y repiten sin pudor que se acaba la crisis, pero empachados de cinismo no dicen para quién. No es que el mundo sea espiado, es que es espiado por torpes. Veinticuatro muertos y salió de la cárcel; le tocaba, sí, pero lo hizo sonriendo. Pronto hará mucho frío y en la calle queda mucha gente. Cobran por el Sol. Quemaron vivo a un hombre por una acusación infundada de pederastia. El mundo aún no ha podido olvidar Batman & Robin. Aún hay gente que se cree los horóscopos. Aún hay gente que se cree a Paco Marhuenda.
José María Aznar. José María Aznar otra vez.

Y a mí no se me ocurre nada.