Dientes por poros, y comen espacio a dentelladas
hasta encontrar carne. Comen tanto, los dientes por poros. Dios, están tan rabiosos. Quieren tanta carne.
Y los señores del desierto aseguraron estar dado buen
y sagrado uso, en nombre del Más Grande (mayor aún que ellos), a todo lo que
les habían dado. Absolutamente a todo.