Una portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes
declaró en rueda de prensa que, al fin y al cabo y si todo transcurría según
los planes previstos, nadie iba a necesitar curas de ningún tipo. Y añadió,
guiñando un ojo: «No sé si saben a dónde quiero llegar».
Después se giró hacia sus compañeros, y todos ellos
compartieron una suerte de risita cómplice muy mal disimulada.
Bum.
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